La pandemia, la coyuntura económica global y la situación política en Latinoamérica han cambiado el rumbo de la inversión inmobiliaria en nuestra región.
No cabe duda que los efectos del COVID-19 en nuestra forma de vida, y los procesos políticos y sociales que han ocurrido en el mundo en los últimos dos años, han afectado de diversas formas a todas las actividades económicas, generando cambios no previstos y acelerando otros que hasta hace muy poco solo se consideraban incipientes tendencias.
El mercado inmobiliario fue una de las áreas afectadas que viene recuperándose progresivamente. El nuevo escenario ha impulsado vías alternativas para canalizar los activos del sector. Tal es el caso de los segmentos de oficinas y locales comerciales. Estos estuvieron obligados a transformarse y así poder adaptarse a las nuevas necesidades de sus clientes. Las necesidades de metros cuadrados ya no se plantearán en función al número de trabajadores, sino pensando en cuántas personas emplearán la oficina de forma efectiva, en qué horarios, para qué actividades, etc. La oficina y los estacionamientos deberán ser usados de forma más inteligente, facilitando por parte de los dueños la implementación de nuevas tecnologías que ayuden a que las actividades en estos espacios sean más eficientes y más seguros para la salud.
Por otro lado, con respecto al segmento industrial y logístico, sucedería algo diferente, ya que sería el menos afectado, gran parte de almacenes y locales industriales en Lima, forman parte de la manufactura de productos esenciales como alimentos, bebidas o productos químicos y plásticos entre otros los cuales continuaran operativos.
La prevención para mantener la productividad de las empresas es el objetivo principal y los propietarios de edificios y líderes de la industria inmobiliaria son los encargados de administrar y diseñar lugares de trabajo, continuando la reestructuración de las nuevas oficinas del futuro, mejorando sus estándares de limpieza e higiene, conforme a las normativas sanitarias locales, con el objetivo de asegurar un lugar seguro y cómodo de trabajo.
Las oportunidades que dejan las crisis internacionales suelen ser bien aprovechadas por el sector inmobiliario, hay muchos fondos de inversión, sobre todo chilenos que pueden estar interesados en el sector inmobiliario peruano, el cual a pesar de la pandemia podría ser el que mejor afronte la crisis según los expertos, ya que durante esta reactivación económica progresiva se requiere la contratación de personas que necesitarán espacios de trabajo temporales donde poder ejercer sus labores las cuales no puedan llevarse a cabo desde casa.
De igual forma, la pandemia aún no acaba y debe ser una época de oportunidad de aprendizaje, reinvención, aprovechar las nuevas tecnologías y manejar efectivamente el tiempo, siendo creativos, flexibilizando la jornada laboral si es posible.
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