Los avances en sistemas de evaluación de eficiencia energética en edificios podrían lograr una reducción del 70% en el consumo anual de energía en el sector habitacional y del 55% en el sector comercial para el año 2030.
En un contexto donde los efectos del cambio climático, como las olas de calor, la crisis hídrica y la escasez de fuentes de energía fósil, se hacen cada vez más evidentes, el ahorro y la eficiencia energética en los edificios se vuelven conceptos de suma importancia.
El sector inmobiliario, siendo uno de los principales contribuyentes a la contaminación global, ha despertado una creciente preocupación ambiental. Un ejemplo de ello es la demanda cada vez mayor de sistemas de enfriamiento en los edificios debido al aumento de las temperaturas. Según el Programa de Eficiencia Energética en Edificios (PEEB), entre 2010 y 2017, el uso de estos sistemas se ha incrementado en un 20% a nivel mundial.
En México, especialmente en regiones cálidas, el consumo de energía debido al uso de aire acondicionado puede representar hasta el 50% del total de la factura eléctrica en los edificios.
Consciente de esta problemática, la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) del Tratado de Libre Comercio para América del Norte identificó en 2008 la necesidad de optimizar el uso de los recursos energéticos en los edificios en México.
Según estimaciones de la Comisión, la adopción de sistemas para evaluar la eficiencia energética en los edificios podría lograr una reducción del 70% en el consumo anual de energía en el sector habitacional y del 55% en el sector comercial para el año 2030, en comparación con las proyecciones actuales.
A pesar de los esfuerzos realizados en la última década, el sector inmobiliario aún tiene un largo camino por recorrer en esta área. Sin embargo, la era de la tecnología avanzada brinda oportunidades para que la industria inmobiliaria reduzca su impacto ambiental.
Sergio González, director general de Honeywell Building Technologies (HBT) para Latinoamérica, asegura que, dependiendo del tipo de edificio, es posible lograr ahorros energéticos de entre el 10% y el 40% mediante la implementación de sistemas de eficiencia operativa que incorporen tecnología.
«Grandes desarrollos inmobiliarios, tanto residenciales como comerciales, están adoptando las herramientas necesarias para construir ciudades con un menor impacto ambiental y llevar a cabo sus operaciones de manera responsable», afirma González.
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