No cabe duda que los efectos del COVID-19 en nuestra forma de vida, y los procesos políticos y sociales que han ocurrido en el mundo en los últimos dos años han afectado de diversas formas a todas las actividades económicas, generando cambios no previstos y acelerando otros que hasta hace muy poco sólo se consideraban incipientes tendencias.

El sector inmobiliario cada vez se muestra más resiliente ante la pandemia. De esta manera, es más que necesario que los asesores inmobiliarios nos adaptemos a las nuevas herramientas digitales, tengamos nuevas aptitudes y conozcamos las nuevas tendencias y preferencias de los compradores para cumplir con nuestras metas de venta.

Compartimos cinco recomendaciones:

1. DESARROLLEMOS FLUIDEZ Y ADAPTABILIDAD

Ya de por si la habilidad de adaptarnos y ajustarnos a cambios bruscos es sumamente útil y nos permite conseguir fácilmente distintos objetivos en la vida. Ahora, en medio de la pandemia, el hecho de que seamos resilientes, se ha convertido en una necesidad, casi una herramienta de sobrevivencia: Debe ser parte de nuestro ADN.

Seamos flexibles, creativos y acostumbrémonos a desafiar nuestra zona de confort, ya que probablemente las cosas no se mantengan inmóviles por mucho tiempo.

La adaptabilidad también implica revisar los procesos internos dentro de nuestra operación. Tratemos de eliminar la burocracia al mínimo, permitiéndonos a nosotros mismos y a  nuestro equipo ser más flexibles en la toma de decisiones y ejecución de acciones.

2. DOMINEMOS EL TRABAJO VIRTUAL

A estas alturas ya es algo intuitivo, pero de todas maneras conviene que revisemos todo lo referido a cómo estamos llevando el teletrabajo. Son varios los factores que debemos tomar en cuenta, en particular cómo adaptamos el espacio a nuestro alrededor para cumplir las funciones y objetivos de las nuevas tareas.

3. SEAMOS HUMANOS

Una de las mejores cartas de presentación es ser percibido como alguien auténtico honesto y “real”. En época de pandemia, ser visto como un ser humano, es sumamente importante.

Esto implica el fomentar el desarrollo de conexiones personales con nuestros clientes: entremos en contacto con ellos, y conversemos sobre temas que no estén relacionados para nada con el trabajo ni con la pandemia.

4. ESTEMOS LLENO DE ARGUMENTOS

La venta o alquiler de una propiedad, tiene tanto que ver con el estilo de vida como con las necesidades de nuestros clientes. ¿Queda cerca al colegio de los niños? ¿Hay jardines? ¿Supermercados? ¿Clínicas? dependiendo del cliente, cada cosa tendrá mayor o menor importancia y si conocemos sus necesidades podremos presentar los mejores argumentos.

5. APRENDENDAMOS A MANEJAR LAS EXPECTATIVAS DEL PROCESO

Debemos ser claros sobre el tiempo realista que puede tomar el proceso de venta o alquiler, para no perder clientes en el camino.

Otro dato importante a tener en cuenta son las generaciones a las que se deberíamos empezar a enfocarnos. Ahora los millennials son quienes empiezan a consolidarse como el grupo principal en la fuerza laboral en todo el mundo. Además, es la generación que en estos momentos se empieza a interesar más en ser dueños de su propio hogar, por eso, es aquí donde en verdad empieza la “aventura” de nosotros, los asesores inmobiliarios.

La pandemia aun no acaba y debe ser una época de oportunidad de aprendizaje, reinvención, aprovechar las nuevas tecnologías y manejar efectivamente el tiempo, siendo creativos flexibilizando la jornada laboral si es posible.